Quiero, quiero quiero…

Quiero reflexionar más, tomar más fotos, estar más tiempo afuera.
Quiero volver a arriesgarme, emprender más proyectos, terminar de leer más libros, escribir más, entregarle algo a alguien, conocer más lugares y a su gente.

La tomé el otro día con la cámara nueva. Eleuterio Ramírez, la calle principal de Osorno.

Quiero tantas cosas y me desespera pensar en que el tiempo es tan breve, aunque tengo la vida por delante según yo, pero siento que pasa rápido… quiero dejar de hablar, quiero hacer.

Lo más importante de la vida.

Estamos tan acostumbrados a vivir que no nos damos cuenta que vivimos. A veces nos perdemos la experiencia de estar presentes por estar pegados ya no solo en el pasado, sino más que nada en el futuro. Los días pasan volando y cada vez pareciera que son más rápidos, ya que el ritmo de vida, la exigencia de las cosas, la rapidez de la tecnología y las competencias son cada vez mayores.

Ya no es suficiente con tener un título universitario, no es suficiente tener un smartphone de última generación, ni tener una conexión a internet,  y no alcanza con el dinero que se gana, porque el sistema y la sociedad cada vez nos exigen más. Necesitamos, no solo un título, sino que algún diplomado, post título, magister, y lo que sea que nos haga ser más que el resto. Necesitamos renovar el teléfono cada 18 meses y si podemos antes mejor, porque el que tenemos ya no es lo suficientemente rápido. Necesitamos imperantemente más velocidad de internet, y más dinero para pagar todo esto y más.  Es un juego que nos termina envolviendo, que nos hace pensar que corriendo es como debemos vivir, que estando a la altura de lo que nos exigen es lo correcto, lo que nos hará sentir bien, porque además sentirse «bien» hoy en día parece ser lo más importante, sin tener en cuenta a costa de qué sea ese «sentirse bien» o cuánto tiempo nos dure esa sensación.

Invertimos el orden de las prioridades y la mayoría de las horas del día giran en torno al trabajo, a la competitividad y a lograr más cosas, que cuando finalmente las logremos no serán lo suficientemente buenas.

¿Cuántas horas dedicamos para nosotros mismos?, ¿De esas horas, cuántas disfrutamos con la gente que amamos?, ¿Cuánto tiempo pensamos realmente en ser felices y en hacer felices a alguien más?.

Una gran cantidad de personas no tienen tiempo para nada de esto y ni siquiera lo piensa,  otros no se lo pueden permitir porque realmente esto ya ha dejado de ser importante. Corremos la vida, llegamos a supuestas metas, nos sentimos satisfechos, pero nos perdemos la otra mitad de la vida, la que no está en las salas de clases, ni el un puesto de trabajo, la que no está en el teléfono, ni en internet. Porque al final tenemos lo superficial como realmente importante.

Alguien por ahí dijo este juego de palabras: «En la vida lo más importante, es que lo más importante, tiene que ser lo más importante». Y eso al final depende de cada uno, la pregunta es: ¿Es realmente importante, lo que consideras importante para ti hoy?

Ordena tus prioridades y no seas de los que siempre esperan el día de un funeral, de una enfermedad, de una mala noticia, para darse cuenta de lo que de verdad es importante.

Yo nunca, nunca…

Nos cuesta tanto descubrirnos. Somos como una cebolla, por fuera son de un color, pero a medida que vamos sacando capas de ellas van cambiando el color inicial, van siendo más claras, más puras, y si continuamos a veces encontramos partes malas, y otras verdes. No soy un gran cocinero, ni tengo buena relación con la cocina (con la comida si), pero no puedo evitar comparar esto con nosotros mismos y el descubrimiento que durante la vida vamos teniendo de los demás y de nuestro propio ser.

Para poder saber quienes somos nos tenemos que ver enfrentados al llamado «descubrimiento de la identidad» pero a la vez esta no es algo que esté oculto dentro de nosotros como algo fijo y fácil de descubrir, sino que va formándose  y transformándose a medida que vivimos experiencias y a medida que nos conocemos. Cada cosa nos transforma, y por eso es tan difícil saber cómo somos, porque seguramente no seremos de la misma forma mañana.

Sacamos una capa de nosotros y cambiamos, a la vez que nos descubrimos. Sacamos otras y cambia también nuestra forma de vernos, de vivir las experiencias, de enfrentarnos a ellas. Por este mismo cambio y dinamismo es que nos cuesta  saber quiénes somos en su esencia.

Me cuesta creerle a la gente que hoy dice saber muy bien quienes son, lo que quieren en la vida, lo que harán y lo que nunca pero nunca podría llegar a ser. Me cuesta porque yo mismo he cambiado sueños, preferencias, expectativas, ya no soy el mismo de antes, como quizás mañana tampoco sea el mismo de hoy. Me cuesta entenderlo hoy y antes no me costaba, porque creía que habían cosas que no cambiaban, pero las experiencias mismas me han refregado en la cara que casi todo cambia, las relaciones, los sentimientos, las impresiones de la gente, incluso ciertas convicciones e ideas. Como todos, he visto a quien dijo «yo nunca, nunca…» y bueno, terminó haciendo y viviendo justamente lo que tanto renegaba.

Como decía Heráclito, un famoso pensador de la antigüedad «no puedes bañarte dos veces en las aguas del mismo río» (parafraseado), porque este fluye, cambia, y esta fluidez hace que las aguas no sean las mismas jamás. Así mismo es la vida, cambiante, sorprendente y al final bonita, es lo que la hace emocionante. Hay que mantenerse abierto al cambio, y nunca decir «yo nunca, nunca…»

 

 

No tuvieron un final feliz

Desde niños nos contaban cuentos con finales felices, que el príncipe y la princesa se casaban, que el bien siempre ganaba por sobre el mal, que la gente buena al final era recompensada, que el que trabajaba duro obtenía buenas cosas. Aún de grandes nos dijeron que nada era imposible para los soñadores y mil cosas más que nos ayudaron a seguir delante, a mantener el alma soñadora y la expectativa alta, esperando que algo suceda para hacernos felices. Y no es que sea mentira, no es que no ocurra jamás, ni que los milagros no existan o los sueños no se hagan realidad, pero evidentemente eran verdades a medias.

Puede leerse pesimista, pero se me hace necesario decir que las historias no son felices siempre, que la vida nos sorprende a todos con mil frustraciones, que la realidad es muy distinta a lo que nos enseñaron y a los sueños que nos vendieron. Casos hay miles: jóvenes que nunca terminaron su carrera, novios que nunca llegaron al altar. Matrimonios que no fueron separados por la muerte, niños que nunca conocieron a sus padres, trabajadores que nunca ascendieron y que no pueden pagar lo que gastan en vivir. El sistema y la vida misma nos puede parecer injusto, y a veces se encarga de dejarnos bien en claro que todo era una ilusión y que fuimos unos idiotas al caer en el juego de ilusionarnos.

¿Pero qué nos queda frente a la realidad si todo es tan malo?

Y creo que todo se encierra en una palabra: «APRENDIZAJE». Es lo único que nos queda y lo que nos lleva al cambio. La vida es un constante crecimiento, a algunos les cuesta más aprender que a otros, algunos nunca cambian, otros son machacados por las frustraciones y los imposibles, pero ahí están y son admirables por lo que soportan, por lo que han aprendido, por lo que han crecido.
Lo que nos hace felices, no son los finales felices, y tampoco se si la misma «felicidad» como la vemos, es algo tan valioso. Es más bien una emoción transitoria que pasa como todas las otras. Lo que importa en la vida que nos tocó, es aprender y con lo que aprendemos poder construir una vida distinta a la que «nos tocó». Seguir creyendo, no en los finales felices, sino en aprender de lo que el camino nos entrega, que para muchos también se vuelve lo más valioso de la vida.

Aprovecha tus frustraciones, tus momentos solo, tus abandonos, tus heridas, y todo lo que pueda parecer horrible. ¿Cómo aprovechar toda esa «porquería? APRENDIENDO lo que debas aprender, CAMBIANDO lo que sea necesario cambiar, al final  es para lo único que nos sirven.

Pasado v/s Presente, la constante guerra de siempre.

Cuántas buenas oportunidades, cuántos detalles, cuántas perspectivas nuevas de ver la vida, cuántos aprendizajes nos perdemos por estar pegados al pasado. Nos aferramos a los recuerdos (sean buenos o malos), a experiencias pasadas, a relaciones que ya no existen, a personas que se fueron, a oportunidades que no tomamos y continuamos perdiendo cada día lo que tenemos frente a nosotros.

Son muchas las veces en que nos envuelve tanto el movimiento diario, que cuando logramos al fin detenernos solo volvemos al pasado. Tantos muertos en vida pensando en lo que fue su existencia años atrás, meses y días antes, perdiendo la vida que tienen hoy mismo para observar, para aprender, para disfrutar, para reír o llorar, para caminar o detenerse a contemplar. Si miráramos menos hacia atrás y más hacia nuestro alrededor, más hacia adelante, más hacia afuera, hacia lo que está tan próximo a nosotros que no nos damos cuenta que está, estoy seguro que la vida sería distinta. Pero hay tantos acostumbrados a la rutina repetitiva, a la ilusión de que es otro día igual al anterior, que nos perdemos lo mejor de la vida.

La gente, los detalles, las amistades, la música, el aire, el cariño, el deseo, la felicidad, la tranquilidad, la rabia, la pena, la frustración… En la vida todo es pasajero, la vida misma lo es, nosotros lo somos, ¿Por qué perder el tiempo arrastrándolo todo?, ¿Por qué cargar un peso que ya no está más que en nuestra mente, en nuestro recuerdo, y muchas veces en forma de herida en el corazón? Para mí eso no vale más la pena; en la vida no se puede olvidar, pero si se puede volver a avanzar.

«A veces nos aferramos al pasado con tanta fuerza, que no nos quedan manos para abrazar el presente.» (Glidewell)

Un dedo, dos puntos, luego yo [corto]

Este es de los cortos que más me ha llegado en los últimos meses, las palabras, el significado que puede llegar a tener lo hizo de los mejores para mi, y al parecer también para muchos porque fue ganador de una veintena de premios en festivales de cortometrajes en el mundo entre 2011 y 2012. Totalmente recomendado.

Escrito y actuado por Derrick Brown y dirigido por David y Daniel Holechek:

Gracias a mi amigo Lalokomotora Harrison por enviarlo.

Tú decides


Yo no se realmente qué mecanismos tomamos para tomar muchas de nuestras decisiones, me imagino que como en todo, percibimos primero la situación, la asociamos con nuestros recuerdos, con nuestros mecanismos de defensa, con las emociones, el miedo, la tristeza, la aversión, la alegría, evaluamos las consecuencias que podrían llegar a tener, incluimos el pensamiento abstracto, el concreto, las experiencias, qué se yo, todo lo que tenemos y al final actuamos. Por lo menos así debería ser según todo lo que aprendemos acerca del comportamiento humano, pero aún nos queda tanto por aplicar.

Es que podemos tener mil herramientas para decidir las cosas, para evaluarlas; podemos tener el centro de control más avanzado del planeta dentro de nuestra propia cabeza, todas las capacidades para tomar las mejores decisiones del mundo, pero algo pasa que caemos en lo mismo. La misma mala decisión, la misma peligrosa, terrible y menos conveniente  decisión que alguien en su sano juicio podría tomar en el mundo.

Ahí están todos los que dijeron nunca lo volveré a hacer, nunca iré otra vez allá, nunca estaré con este tipo de persona otra vez, nunca probaré esto de nuevo, nunca volveré con mi ex, nunca comeré tanto otra vez, nunca volveré a mandar ese mensaje, nunca, nunca te diré (8) 😀 etc… Y a quién no le ha pasado que pasa el tiempo y vuelve a estar en el mismo lugar de antes?

Esto pasa en todos los niveles, desde lo personal, cuando son los mismos pensamientos tontos de siempre, esos que deseamos apartar de nuestra mente los que vuelven una y otra vez. Hasta el nivel macro, ese nivel de volver a votar por la misma candidata de siempre, ese nivel de creer que alguien que no hizo nada antes ahora si lo hará, ese nivel de creerle a esa persona otra vez, ese nivel de no hacer lo que teníamos que hacer, hasta el nivel de la «no decisión» de volver a no jugársela, de volver a desperdiciar el tiempo, de decidir no vivir y de sentirse incompetente ante esos desafíos que requieren que pensemos normalmente.

Podemos tenerlo todo para hacerlo bien, pero ahí quedamos otra vez. Lo bueno de todo es que nunca es tarde, porque aun habrá un nuevo día, una nueva noche, una nueva oportunidad para todo en la vida, si es que amaneces vivo (a) mañana para decidir bien.

Voladas mentales entre tanta contingencia por acá.

Ejemplo de «No Violencia» en el desalojo del Liceo Manuel de Salas [Documental]

Este documental muestra los momentos vividos el pasado miércoles 26 de Junio, cuando la intendencia de la región metropolitana decidió desalojar todos los colegios en toma. Más de 120 estudiantes del Liceo Experimental Manuel de Salas fueron desalojados de su colegio oponiendo resistencia no violenta hasta el final. Un ejemplo de protesta en estos días, y también un llamado a la no violencia para manifestarse y exigir demandas legítimas para toda ciudadanía, un aspecto que si bien no ha sido enfatizado por los grandes medios de comunicación, mas bien ha sido minimizado. Pero sin embargo, es la tónica de la mayoría de las manifestaciones estudiantiles en Chile.

Por otra parte, lo que más impacta (por lo menos a mi me choca) es que han pasado 7 años ya desde que en el 2006 muchos de nosotros fuimos parte de las tomas y manifestaciones en nuestros propios colegios en todo Chile, lamentablemente aun no se han conseguido los grandes cambios que la educación requiere, aun existen los mismos gobernantes que prefieren no escuchar a la gente por la que son elegidos. Eso es lo más lamentable.

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El documental fue realizado por Guille Sohrens

Nuevo viral de Kramer imitando a candidatos a las primarias de este domingo

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Stefan Kramer otra vez nos sorprende a todos con este video de última hora (por lo menos yo recién lo descubrí)  en donde se pega sus mejores imitaciones a los presidenciables que participarán de las primarias de este domingo 30 de Junio. Véalo Acá: 

La promo de la nueva interfaz de Nokia con video grabado en Chile [Tecnología]

Hoy recorriendo youtube me encontré con la promo de la nueva interfaz de Nokia, no de la gama Lumia, sino que la gama media baja de Nokia: los Asha. Que con teléfonos de bajo costo y con todas las aplicaciones básicas y una potencia aceptable pretenden conquistar al público que no le interesa tener un equipo tremendamente potente, sino uno que realmente sea cómodo, fácil de utilizar y económico. En ese sentido es bueno que no dejen de lado a este segmento de clientes y actualicen como lo están haciendo, lanzando Fastlane, una interfaz para teléfonos nokia Asha renovada y bastante parecida a la de los lumia.

Más allá de lo técnico subí este video porque está grabado en las calles de Stgo , Chile con unos ciclistas hipsters alternativos como protagonistas. Y así también aprovecho de lanzar el espacio tecnológico nerd del blog, que hace tiempo tenía ganas de hacer aunque no vaya mucho con la línea del blog hasta ahora, qué mas da. Mira el súpervideo mejor:

El Celular en este caso es el Nokia Asha 501, que fue lanzado hace poco tiempo y está en dos versiones: la normal con una SIM y una con doble SIM que sería bastante útil en el mercado chileno. La pantalla es de 3″ y la cámara de 3,2 mpx, se puede ampliar la memoria mediante micro SD hasta 32 GB,  y la batería promete dar hasta 624 horas en espera. Bastante básico pero bien útil, y está claro que este tipo de teléfonos tiene buena venta entre la gente, especialmente los jóvenes. Esperemos llegue a un precio bajo a Chile, en donde las compañías locales generalmente traen todos los teléfonos más caros de lo normal.

Que les guste el video chilensis, y estaremos subiendo más noticias del mundo de los celulares en adelante.

¿No más de lo mismo? El video que los iconos comunistas grabaron en apoyo a Michelle

Contradictorio, una locura, vendidos, sin dignidad… son algunas de las calificaciones o descalificaciones que han recibido  estos tres rostros del Partido Comunista de Chile, que finalmente, y a solo dos días de la primaria han publicado este video que llama a reformas profundas en las políticas del estado. Asamblea constituyente, reforma tributaria y educacional, entre otras, son las demandas tan conocidas ya por todos y que muchos han gritado desde el 2011 y desde antes incluso en las calles de Chile. Hasta ahí todo bien.

¿Contradictorio?
Aquí viene lo «feo» del asunto. El PC siempre reticente y más radical que los demás partidos políticos, exigiendo más y yéndose al borde de lo «radical». Más zurdo que todos los otros partidos de izquierda en Chile. Pero también, un partido del que salieron iconos del movimiento estudiantil como Camila Vallejo, Ballesteros y Karol Cariola, gente que en su momento gritó a la cara del gobierno actual, como también a la concertación y sus 4 gobiernos anteriores su alta ineficacia e incapacidad de escuchar las demandas del país, criticó arduamente el gobierno y la gestión de Bachelet, la desacreditó en materia de educación, y evidentemente todo el movimiento estudiantil y luego social, se sumó a estas críticas legítimas, reales y evidentes. Esta generación en su gran mayoría, y a diferencia de las anteriores, vivió en carne propia el movimiento pingüino del 2006, es la generación que se peleó con Michelle, la generación que el gobierno no quiso escuchar, y es más, la generación a la que el gobierno de Michelle Bachelet desilusionó profundamente (porque a esa edad uno se desilusionaba), ya que teniendo la oportunidad de realizar una reforma educacional profunda desde las bases de esta, simplemente promulgó una ley que no tomaba ni la mitad de las peticiones de los estudiantes, ni secundarios, ni universitarios, ni del país. Pudiendo cambiar la historia del país, la alargó, la mantuvo, no hizo nada.

A mi personalmente no me resulta contradictorio que el PC apoye a Bachellet y que en esta ocasión no hayan priorizado sus ideales yéndose con el candidato que mejor los podría representar como podría haber sigo José Antonio Gómez, o cualquier otro. No me sorprende porque así es la política, llena de análisis y de conveniencias y hasta me parece congruente, así son los partidos políticos, están donde les conviene, se alinean y hacen alianzas en busca de sus beneficios.
Lo que me resulta contradictorio es el cambio de discurso, el decir en la calle que un gobierno, que una coalición, que una persona no te representó, que hizo lo contrario a representarte, que básicamente te mintió y te metió el dedo en la boca y luego, bueno, perdonarla (cosa noble y hermosa por lo demás), apoyarla, (también muy bonito), y decirle a los demás que voten por ella, grabar un video con tu misma cara, con tu misma voz, para pedir el apoyo a una persona que antes no lo hizo y nada nos garantiza que lo haga ahora, precisamente ahí está la inconsecuencia.

Yo no sé si a alguien más le pasa y no es mi intención juzgar, porque mañana mismo puedo cambiar de opinión yo mismo quizás, puedo enterarme que a estos chicos les pusieron una pistola en la cabeza o los amenazaron con sus legítimamente anhelados cargos políticos, o lo que sea. Pero como dijo Gabriel Boric a Camillo Ballesteros en un tuit hoy: «Yapo Camilo, un POCO DE DIGNIDAD».

Seguramente seguiremos viendo incongruencias de este tipo y de otros tipos en la política y en todas partes, porque siempre las hemos visto, porque lamentablemente como seres humanos somos inconsecuentes a veces, y muchas veces, eso está claro.

¿Les jugará en contra todo esto?, ¿Les sumará o les restará?, ¿Se burlarán de sus hijos en el colegio?, ¿Saldrá Bachellet otra vez presidenta de Chile?, ¿Grabará la rana de Allamand un video ahora en apoyo a la sonriente Michelle?, ¿Los abuelos de Chile votarán por un independiente?, ¿Será un helado de invierno o de verano ese barquillo de la foto?… Todas preguntas sin responder por ahora.

*Las JJ.CC de Osorno por su parte manifestaron su NO apoyo a la candidatura de Bachelet. Se mantienen en su línea.

Fuente de la noticia: Bio-Bio